
Las tecnologías electrónicas se encuentran presentes en la creación contemporánea peruana desde la década de los 60s, y tiene un crecimiento sostenido hasta llegar a una explosión durante el siglo XXI, gracias al internet y la democratización de tecnologías como las computadoras personales o las computadoras portátiles. La forma de introducir primero el arte electrónico y más tarde el arte digital a la expresión creativa, ha respondido a pensamientos políticos y sociales, críticos y conscientes a temas como el consumismo, la colonialidad, y otros aspectos que precisamente contribuyeron en el encuentro entre estas tecnologías y las y los artistas de Perú.
Una brecha que partió amplia, entre el acceso a algunas herramientas tecnológicas, en comparación con otros países, contribuyó a discursos como el de la precariedad como estímulo creativo, posibilidad que ha dejado importantes obras y proyectos, es una brecha que se ha cerrado bastante, al punto de casi no existir ya, pues el acceso a las tecnologías digitales se encuentra muy homogeneizado en nuestro país y otros, donde radican prácticas como el modelado 3D, el video 360 y la Realidad Virtual. Desde estas posibilidades, diversas personas en la práctica artística plástica y sonora, la performance y la arquitectura, eligen estas tecnologías como herramientas para expresar su pensar y sentir, habitando este Perú contemporáneo.